domingo, 29 de junio de 2008

Lavanguardia

Tras su paso ayer por en Barcelona, en donde percibieron un «buen feedback» con las fans, según comentaron antes de su actuación, volvieron a conquistar esta noche a sus miles de seguidores, en su mayoría quinceañeras ataviadas con camisetas y gorras, y portando banderas de sus ídolos y pancartas llenas de corazones, que coreaban enloquecidas los temas más conocidos de la banda, pero también había alguna que otra madurita que estaba en primera fila.

«Break away» fue el elegido para abrir el concierto, al que seguirían otros éxitos de su repertorio como «Final day», «Love is dead», «Black», «Scream», «Reden», «Heilig», «Geh», «Don't jump» -con la que Bill se bajó del escenario- «Monsoon», -tras la que los espectadores les gritaron eso de «a por ellos»- «In die macht» o «By your side», con la que pusieron fin a su participación en el festival.

Sin cumplir todavía la veintena, el cuarteto puede presumir de haber lanzado al mercado tres trabajos en tres años -«Shrei», «Zimmer 2007» y «Scream»-, éste último con sus mejores temas cantados en inglés y con el que se han convertido en una auténtica revolución en el mundo del pop-rock y el pop-punk.

"Hemos tenido mucha suerte en nuestra carrera y aún estamos digiriendo este éxito", reconocía el líder del grupo. "El éxito es como una droga, engancha", han subrayado, al tiempo que se definían como "adictos al trabajo y muy autoexigentes".

Lo cierto es que, exceptuando el parón obligado por la operación de Bill, Tokio Hotel ha ido creciendo a ritmo vertiginoso a golpe de concierto, de una cuidada estética y de infinidad de leyendas negras que les han hecho situarse en el punto de mira de cientos de jóvenes.

Hay quien encuentra inspiración en el look rapero de Tom, guitarrista del grupo, aunque sin lugar a dudas quien lleva la voz cantante, y no sólo en lo musical, es Bill, comparado por su aspecto con artistas como David Bowie o Boy George, si bien pudiera asemejarse más a Eduardo Manostijeras (con una manicura muy cuidada, en negro, por supuesto) o a un Espinete que se hubiera pasado al "lado oscuro".

"Apreciamos lo que tenemos hoy y esperamos que nos dure", ha explicado Bill, quien también ha confesado que hay ocasiones en las que les gustaría pasar "desapercibidos". Algo realmente imposible a a vista de su emulado estilismo.

Tras su exitoso concierto en Rock in Río, con efectos pirotécnicos incluidos, Tokio Hotel actuará mañana en Lisboa justo cuando España se esté jugando el título de la Eurocopa contra Alemania. "No somos forofos del fútbol" -han reconocido- pero "apoyamos a nuestro país". Tres dos a favor de Alemania, esa es su apuesta.


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